Crítica
El Hombre Elefante representa un claro ejemplo de que para comienzos de la década de los 80 el cine norteamericano había madurado e intentaba dejar atrás, gracias al aporte de nuevos talentos, el vació existencial que se había producido a comienzos de la década anterior y que había propiciado el resurgir del cine europeo. Precisamente David Lynch con esta cinta nos muestra su capacidad para realizar obras profundas y complejas de indiscutible calidad y artística e indudablemente reflejadas en algunas piezas del arte y ensayo europeo, el publico y la critica la elogiaron, siendo bien recibida en las salas y consiguiendo 8 nominaciones al Oscar incluyendo Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión y Mejor Actor además de rubros técnicos menores. El argumento trata la terrible realidad que vive un hombre que sufre un síndrome de deformación física siendo así objeto de la explotación y de la burla, hasta que un doctor llega a su vida para intentar curarlo, comprenderlo y hacerlo sentir mas humano.
El guión de la película muestra y cuenta de manera muy cruda la realidad de su personaje principal, su abismo, su incapacidad para cambiar mas allá de su deseo y su indefensa ante el mundo. La historia esta contada de una forma muy realista, donde las actitudes de los humanos son para con sus pares desde condenables y abominables hasta socialmente sensibles y comprensivas, abarcando un espectro muy amplio. El guión es un documento explicito de como el hombre puede convertirse en bestia, explorando las mas recónditas e instintivas conductas del ser dando un profundo y reflexivo mensaje.
La dirección de David Lynch ("Carretera Perdida") es brillante y constituye con este film uno de sus trabajos mas sólidos y de referencia fiel a su estilo. Hay una gran fotografía, la película esta filmada en blanco y negro, el montaje es perfecto y son muy valorables la escenografía y el vestuario usados. Pero mas allá de su valor artístico, el director consigue darle a la película un enfoque por el cual llega al espectador mediante la manipulación de las emociones de sus personajes, factor manejado con sobrada maestría.
El elenco cuenta con cuatro actores de primera línea para interpretar los personajes principales. John Hurt ("1984") compone de manera perfecta a un hombre cuyo destino parece condenarlo, Anthony Hopkins ("El Silencio de los Inocentes") entrega emotividad y brillantez en la piel del doctor, Anne Bancroft ("El Graduado") en menor medida sustenta y complementa la labor de ambos personajes principales, mientras que Gielgud ("Claro Oscuro") compone a un despiadado e inescrupuloso dueño del circo que busca salvarse de sus propias que busca salvarse a costa de sus miserias